El Papa Francisco murió en el Vaticano a los 88 años, tras meses de complicaciones de salud que impactaron a la religión y conmocionaron por su muerte.
Murió el Papa Francisco este lunes a las 7:35 (hora de Roma) en la Casa Santa Marta, su residencia oficial en el Vaticano, según confirmó el cardenal Kevin Farrell. El sumo pontífice falleció por un paro cardíaco mientras dormía, según informó el periodista Nelson Castro. La noticia conmocionó al mundo católico y abrió un nuevo capítulo en la historia de la religión.
A sus 88 años, Jorge Mario Bergoglio había atravesado varios episodios de salud complejos. Durante el último año, fue internado en distintas ocasiones por problemas respiratorios y de movilidad, aunque desde su entorno aseguraban que estaba estable. Su fallecimiento, entonces, generó sorpresa.
Su última aparición fue este domingo, durante la bendición de Pascua, donde se mostró en silla de ruedas y sin asistencia de oxígeno. La escena se dio ante miles de fieles que llenaron la plaza San Pedro, en el Vaticano, en un emotivo acto de fe. Pocas horas después, el Papa sufriría el paro cardíaco que lo llevaría a la muerte.
En los días previos, el sumo pontífice había estado internado durante 38 días por una doble neumonía. Su cuadro fue calificado como “complejo” y tuvo que ser tratado con múltiples cambios de medicación. Aunque había sido dado de alta, una recaída pulmonar agravó su estado.
El comunicado del Vaticano
La Santa Sede confirmó su fallecimiento mediante un comunicado: “Con profundo dolor, debemos anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco”. En el mensaje destacaron su servicio a la Iglesia, su amor por los más pobres y su rol como guía espiritual.

Francisco fue el primer Papa latinoamericano, el primero jesuita y uno de los líderes más carismáticos del catolicismo moderno. Su muerte marca el fin de una era y el inicio de un nuevo proceso de sucesión en la Iglesia.