En la calle Avellaneda 105, hace ya muchos años funcionaba la recordada curtiembre de cueros de Nicolás Batalla, un lugar emblemático para quienes conocen la historia productiva de nuestra ciudad.
Hoy, el edificio está a punto de ser demolido debido al grave riesgo de derrumbe que representa. Así, otro vestigio del pasado industrial de Arroyito se pierde, dejando lugar a nuevas etapas, pero también a la nostalgia de lo que fue.


Nicolás Batalla llega a Arroyito en 1915 aproximadamente, y en 1920 le compra la barraca al señor Luis Villa. Mucho tiempo después se asocia con su yerno García.

La Barraca de Batalla y García en calle Dalle Mura esquina Avellaneda en el Sur de Arroyito.
Foto gentileza Museo José D. Mercado.