La gastronomía de Córdoba abre las puertas de la provincia al turismo

Si de sabores se trata, Córdoba es un lugar de opciones para disfrutar y descubrir, a través del paladar, la identidad cultural de su pueblo. La provincia abre sus puertas a los turistas para que descubran su potencial y patrimonio gastronómico, para que saboreen sus productos, para que conozcan los ciclos productivos y valoren las tradiciones locales y el amor depositado en la elaboración de cada alimento.
De este modo y para organizar sus recorridos gastronómicos, Córdoba ha partido de la base de considerar a los alimentos regionales como parte importante de su patrimonio cultural, ya que el consumo de alimentos es siempre un hecho cultural y cuando éste se produce durante periodos de vacaciones, se transforma en un componente nostálgico que muchas veces perdura en nuestros recuerdos para siempre. Por lo tanto, la combinación del turismo con la gastronomía, ofrece la oportunidad de adherir mayor valor a los productos y producciones regionales.

Traslasierras

En el imponente marco de las sierras grandes, encontramos los sabores únicos e inconfundibles que distinguen al valle de Traslasierras y Noroeste. Allí se hacen presentes una amplia gama de productos naturales como el aceite de oliva, exquisitos licores artesanales, miel, mermeladas de frutos orgánicos, infusiones de hierbas serranas y el clásico pan casero con chicharrón, acompañado de un rico mate con peperina.
Además de la cocina criolla, se suman opciones gastronómicas de alto nivel, en donde encontraremos sofisticados restaurantes gourmets que armoniosamente conjugan los productos autóctonos con innovadoras técnicas culinarias.
Productos: vinos artesanales, dulces y jaleas, plantaciones de frambuesas, hierbas serranas aromáticas (perepina, poleo, incayuyo etc.), olivares y derivados (aceite de oliva, aceitunas, conserva etc.) y plantaciones de frutos secos (nueces, almendras, avellanas).
Preparaciones: carnes asadas en hornos de barro, chivito y cordero a la llama, empanadas criollas, pan casero y tortillas con chicharrón, licores artesanales de hierbas serranas, carnes de caza y conservas (vizcachas, liebres, perdices).

Grandes Lagos (Paravachasca, Calamuchita y Sierras del sur)

La tradición gastronómica se hace fuertemente presente en estos valles, donde los sabores autóctonos y heredados de la inmigración centro europea, dieron lugar a su propia identidad culinaria.
Variadas son las especialidades que podemos degustar en esta región, desde las tradicionales parrilladas, empandas y cabrito serrano a la llama, hasta sofisticados platos de pejerrey y trucha, saboreados en un escenario natural único con la vista al lago.
Los turistas que visiten la región pueden probar la exquisita gastronomía centroeuropea, acompañada por una espumosa cerveza artesanal, productos que distinguen a esta zona, tan arraigada a las tradiciones alemanas y austríacas. Platos únicos como el goulash, cerdo ahumado y chucrut, son algunas de las especialidades, sin dejar de lado su deliciosa repostería y fiestas típicas como la Masa Vienesa y Chocolate Alpino.
Productos: vinos de altura, cervezas artesanales, criadero de truchas y pejerrey, hongos silvestres, carnes de caza, chivito serrano, frutos rojos (zarzamoras, frambuesas), embutidos y ahumados centro europeos (leberbush, salchicha Frankfurt, ciervo ahumado).
Preparaciones: gastronomía centro europea (goulash, spatzle, chucrut con salchicha), repostería artesanal alemana (masa vienesa, chocolate alpino, selva negra), cocina criolla (chivito serrano a la llama, locro, empanadas criollas fritas), dulces artesanales de frutos rojos, conservas de hongos y escabeches, pate de trucha y ahumados.

Región de la Historia (Norte y Sierras Chicas)

Dedicada históricamente al cultivo de frutas, vid y elaboración de embutidos, esta zona es sin duda un vergel de sabores tan variados como el colorido de sus paisajes.
Los paladares de los turistas no podrán resistirse a la tentación de sentarse a la mesa en alguno de los restaurantes y parrillas de la región, donde la vedette es el cabrito de Quilino, sin dejar de lado el sabor de una buena picada con salames, quesos y jamón crudo.
Los sabores autóctonos norteños, como la humita, locro, empanadas y carne a la bandeja se complementan con hierbas aromáticas, miel y licores, ideales para acompañar el atardecer de esos bellos paisajes.
Productos: vino, salame (chacinados en general), queso de campo, conservas de caza, azafrán, quesillo de cabra (derivados de la leche de cabra como licores, dulces y caramelos), mermeladas de frutos orgánicos (higos, duraznos, tomate, zapallo etc.), producción de cítricos, tuna (arrope), miel, algarroba, mistol, truchas, jamón crudo, frutos rojos (frambuesas), hierbas aromáticas, frutos orgánicos y hongos de pino.
Preparaciones: picada de fiambres y chacinados, cocina clásica italiana (pasta, fricco, roñosa, polenta bianca, etc.), escabeches, locro punzudo, empanadas criollas, parrilladas y asados, humitas en chala, cabritos a la llama, colaciones, dulces caseros, arrope de tuna y de chañar, ahumados derivados de la trucha, mermeladas y vinagres de frutos rojos, infusiones de hierbas, conservas y dulces orgánicos, alfajores artesanales y conservas de hongos.

Punilla

El Valle de Punilla y su diversidad culinaria permite ofrecer distintas opciones para el paladar. Se destacan los típicos alfajores cordobeses, la producción de miel y sus derivados y los dulces de frutas serranos.
Así como también su rica oferta gastronómica en todas las localidades que componen este valle.
Productos: dulces artesanales de frutos orgánicos, miel, hierbas aromáticas, criadero de aves de caza (codornices, faisanes), criadero de truchas y pejerrey.
Preparaciones: alfajores tradicionales, derivados de la miel (hidromiel, polen, caramelos), huevos de codorniz en conservas, escabeches de aves, infusiones aromáticas y truchas ahumadas.

Mar Chiquita

La región de Mar Chiquita se encuentra ubicada en la zona noreste del territorio provincial. Alberga a la reconocida Laguna de Mar Chiquita, quinto espejo de agua salino más grande del mundo, que representa el recurso turístico más importante del área, pues funciona como hábitat para más de 250 especies de aves relacionadas con ambientes acuáticos. Este ecosistema se distingue por una variada y abundante flora y fauna, donde los flamencos rosados son la postal del paisaje.
Además de actividades relacionadas al avistaje de aves, en la laguna se pueden practicar deportes náuticos, hacer excursiones guiadas, safaris fotográficos y paseos nocturnos.
La ciudad de Miramar es una de las más atractivas de la zona, con un marco de naturaleza ideal, para disfrutar de sus playas a orillas de la laguna, en familia o con amigos.
También Miramar ofrece una propuesta gastronómica muy interesante caracterizada por la variedad de degustaciones que se pueden hacer sobre sus productos provenientes de su extensa laguna.
Productos: criaderos de nutrias y pejerrey.
Preparaciones: escabeches y conservas derivados de las nutrias y pejerrey, así como también la elaboración de platos sofisticados con los mismos.

Capital

Hablar de la gastronomía de la ciudad de Córdoba es introducirse en una cofradía de sabores, lugares y sensaciones totalmente distintas e igualmente placenteras.
La gran diversidad de emprendimientos gastronómicos ha convertido a Córdoba en un vergel para aquellos amantes del buen paladar. Se han desarrollado diversos polos de gastronomía en barrios tradicionales de la ciudad como barrio Güemes, General Paz, Cerro de las Rosas y La Cañada, lo que ha permitido la diagramación de un circuito gastronómico muy interesante.
Los visitantes podrán descubrir sabores vanguardistas, bohemios, cocina de autor, criolla y regional, excelentes parrillas, cocktelería internacional y el mayor de los atributos, la calidez y trato tan cordial que caracteriza al ciudadano cordobés.

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