La última semana de enero terminó con una suba de 1% en alimentos y bebidas consolidando la desaceleración que viene registrándose desde hace seis semanas, destacó un informe de la consultora LCG. “La quinta semana de enero cerró con una inflación de 1% en alimentos y bebidas, desacelerando 2,4 puntos respecto a la semana anterior”, consignó el Informe de Avance de la consultora que indicó que de esta manera la suba promedia 17,8% en las últimas 4 semanas.
Dentro de la serie que publica LCG, un nivel menor a 1% no se registraba desde mediados de octubre, previo a la fuerte escalada que se inició a fines de noviembre y que tuvo su pico máximo en la tercera semana de diciembre cuando los precios de los alimentos esenciales llegaron al 11,5%.
A partir de ese momento y a expensas de la caída del consumo -que incluso afectó las ventas en las tradicionales fiestas de fin de año- la inflación de alimentos comenzó a desacelerar semana tras semana hasta llegar al registro de 1% con que culminó la última semana de enero.
Para el informe de la consultora que dirige Javier Okseniuk, “las Frutas y Verduras explicaron el 52% de la inflación semanal (0,52 puntos) y el porcentaje de productos con aumentos semanales disminuyó levemente, alcanzando el 28%, 2 puntos menos que la semana previa”.
Condimentos (9,9%), Frutas (5,54%), Verduras (3,37%), bebidas e infusiones (1,28%) estuvieron por encima del promedio semanal (1%); mientras que Comidas para llevar (0,52%), carnes (0,5%), panificados (0,25%), lácteos y huevos (0,09%), aceites (-0,35%) y azúcar (-0,82%), explican la moderación del índice.
“Desde la perspectiva mensual, la inflación promedio continuó desacelerándose y se ubicó en 17,8% mensual promedio, en tanto que la inflación medida punta a punta de las últimas 4 semanas también se movió a la baja llegando a 10,7%”, indicó.
En este escenario, “el menor aumento relativo de carnes explicó 2,5 puntos de la moderación de la inflación de alimentos”, dijo LCG. Por el peso relativo que tiene ese producto en la canasta de alimentación de los argentinos sin su influencia el índice se elevaría a 20,3% (vs. 17,8%).