La cocina es un refugio creativo para muchos amantes de la comida. No hay mejor momento para aprender a preparar deliciosos platos caseros, y qué mejor opción que unos irresistibles bocaditos de pollo.
Esta receta es perfecta para cualquier ocasión: ya sea para disfrutar en un aperitivo, como una cena ligera o como una opción para sorprender a tus seres queridos en un encuentro especial. Con ingredientes simples y pasos sencillos, podrás deleitar a todos con estos sabrosos bocaditos.
Ingredientes: 500 gramos de pechuga de pollo sin hueso ni piel, 2 huevos, 1 taza de pan rallado, 1 taza de queso parmesano rallado, 1 cucharadita de pimentón dulce, sal y pimienta al gusto, aceite vegetal para freír.
Preparación: Comienza por cortar la pechuga de pollo en pequeños trozos del tamaño de un bocado, asegurándote de retirar cualquier grasa o hueso que puedan tener.
En un recipiente, bate los huevos y añade sal y pimienta al gusto. Esta mezcla servirá para que el pollo adquiera un sabor delicioso y se mantenga jugoso durante la cocción.
En otro recipiente aparte, mezcla el pan rallado, el queso parmesano y el pimentón dulce. Esta combinación de sabores le dará un toque crujiente y delicioso a tus bocaditos.
Pasa cada trozo de pollo por la mezcla de huevo y luego por la mezcla de pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertos. Repite este proceso hasta terminar con todos los trozos de pollo.
En una sartén grande, calienta abundante aceite vegetal a fuego medio. Asegúrate de que el aceite esté caliente antes de empezar a freír los bocaditos.
Coloca los bocaditos de pollo en la sartén y fríelos por ambos lados hasta que adquieran un tono dorado y crujiente. Esto tomará aproximadamente 5 minutos por cada lado, dependiendo del tamaño de los trozos.
Una vez fritos, retira los bocaditos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve tus bocaditos de pollo calientes y acompáñalos con una salsa de tu preferencia. ¡Disfruta de su crujiente textura por fuera y su jugoso interior!