La Policía de la Ciudad detonó un artefacto que encontraron debajo del despacho del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, en la calle Uruguay entre Lavalle y Talcahuano, frente al palacio de Tribunales. Anteriormente habían advertido en cartucho con una amenaza de bomba previa.
Tras un llamado de emergencia, la Brigada de Explosivos de la Policía de la Ciudad arribó al lugar bajo la conducción del mayor Albino Villalba. Luego, alrededor de las 14.40, realizó una detonación controlada, con la cual se comprobó que el dispositivo no contenía material explosivo.
La Policía de la Ciudad detonó un artefacto que encontraron debajo del despacho del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, en la calle Uruguay entre Lavalle y Talcahuano, frente al palacio de Tribunales. Anteriormente habían advertido en cartucho con una amenaza de bomba previa.
Tras un llamado de emergencia, la Brigada de Explosivos de la Policía de la Ciudad arribó al lugar bajo la conducción del mayor Albino Villalba. Luego, alrededor de las 14.40, realizó una detonación controlada, con la cual se comprobó que el dispositivo no contenía material explosivo.
Rosatti ya había sido víctima de una serie de sugestivos hechos de inseguridad. Hace dos semanas sufrió la intrusión de uno de sus domicilios en la provincia de Santa Fe. Mientras se encontraba en una reunión de trabajo en el palacio de Tribunales, le avisaron que habían forzado el departamento en el que él trabaja cuando está en su ciudad.
Rosatti ya había sido víctima de una serie de sugestivos hechos de inseguridad. Hace dos semanas sufrió la intrusión de uno de sus domicilios en la provincia de Santa Fe. Mientras se encontraba en una reunión de trabajo en el palacio de Tribunales, le avisaron que habían forzado el departamento en el que él trabaja cuando está en su ciudad.
Sobre esto, uno de los colaboradores del presidente de la Corte Suprema señaló: “Horacio tiene su casa en Santa Fe y a pocas cuadras un departamento que es su biblioteca y escritorio. Él trabaja ahí cuando está en su ciudad. Todo el mundo lo sabe. Forzaron la puerta. El doctor no guarda cosas de valor económico ahí. Es una gran biblioteca, enorme y el escritorio de trabajo, donde escribe borradores de fallos”.
Sin embargo, hay un hecho aún más grave. El 5 de noviembre tirotearon la casa de uno de los hijos de un colaborador muy cercano a Rosatti. “Son hechos muy graves, pero acá hay total tranquilidad para seguir trabajando como se debe. Nadie va lograr que los expedientes se demoren, se aceleren o cambien su rumbo con estas cosas“, indicaron.
Fuente: Diario con Vos