El pollo es un ave gallinácea de carne blanca, alimento muy presente en cocinas de todo el mundo. Se trata de una carne baja en grasa y en calorías y con altos niveles de proteínas además de un alto contenido en nutrientes y vitaminas.
Aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, mejorando nuestro estado de ánimo.
Ayuda en la lucha contra la pérdida ósea gracias a la inyección de proteínas que aporta al organismo.
El pollo es rico en fósforo, un mineral esencial que nutre a los dientes y huesos, así como a los riñones y el hígado.
Mantiene los vasos sanguíneos sanos, los niveles de energía altos, y el metabolismo quema calorías para que pueda manejar un peso saludable y nivel de actividad.
El pollo tiene una alta cantidad de retinol, alfa y beta-caroteno, licopeno y, todos los derivados de la vitamina A, que son esenciales para permitirnos poder tener una salud visual adecuada.
Es fácil de digerir y es bien tolerado por quienes sufren trastornos digestivos ya que su tejido conectivo es más fácil de desintegrar.
Por cada 100g de pollo nuestro organismo obtiene:
- Calorías kcal 195
- Proteínas g 30
- Grasa g 7,7
- Grasa saturada g 2,2
- Hidratos de carbono g 0
Es un alimento muy versátil en su preparación, y no está contraindicado en el manejo terapéutico. Se puede suministrar a los niños desde temprana edad, y es recomendado para las madres gestantes y lactantes.