Hoy despedimos con profundo pesar a Susana Ruiz de Zaya, una vecina entrañable y una figura imprescindible de la cultura de nuestra ciudad.
Pionera indiscutible del teatro vocacional, docente de alma e incansable trabajadora por nuestra identidad local, Susana dejó una huella imborrable en cada espacio donde brindó su tiempo, su talento y su compromiso.

Formó parte activa de la comisión de apoyo a la Biblioteca Municipal y participó con entusiasmo en numerosas ediciones de la Feria del Libro, siempre aportando con generosidad y pasión por el arte y la educación.
Su legado quedará vivo en la memoria colectiva de quienes compartimos con ella el amor por la cultura.
Gracias, Susana.